Ese mundo, donde levantar no es síntoma de tristeza… donde muchos pocos son los que luchan por no dejar vencer a las penas… donde la constancia es de pocos, y donde el trabajo es quejarse por vicio. Parece que os cuesta respirar, y ni siquiera veis el humo que cada día tragáis sin rechistar… la vida ya demasiado cuesta, como para no ver las piedras que tú mismo llevas, en los bolsillos… y después de ciegos, sois torpes, porque muchos quedan en el suelo, siguiendo el camino fácil… qué fácil, es ser un borrego más, dentro del rebaño, y dejarse llevar… nada más escucho la gente balar, como borregos sin saber qué hacer… y la verdad es que mi consejo es que muchos de vosotros se deberían de callar, y demostrar antes de hablar tanto. Pero esa palabra os viene grande… tanto, que el hecho simplemente os viene lejos, tanto, que sois la pena de esta generación… siento, que intento no ser como los demás, como todos esos pocos que dicen que no saben nada. Ignorantes, antes de hablar, conoced… nutriros en el saber, y practicad el silencio, que es mejor placer.
La ilógica es parte de la sociedad, parte de mi realidad, que no ayuda a entender cual es el plan… intentar, al menos es mi guerra… luchar, pero siempre con cabeza… las guerras no sirven para alegrar, porque después de ellas, siempre lo único que queda es tristeza.
Ahora es tiempo…
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