Pregúntate a ti misma en qué fallaste, cómo viniste, mentiste y te convertiste en un lastre. Cómo dijiste muy triste que fue sin querer y me dejaste hecho un chiste, sumido en este desastre. Y ahora vas que chutas si te piensas que por escribir esto aún me duele. Algún día la vida te lo devolverá, tú serás la víctima, querrás llorar sobre el hombro de alguien, pero dime, ¿habrá alguien? Tus palabras envenaban, dabas dos de cal y diez de arena, ¿y creías que impune ibas a escapar? Mira si estoy bien que sonrío más que ayer mientras escribo esto, no vas a joder a quién ha aprendido por culpa de tu juego. Me arrepiento de todo, pero sobre todo de haber sufrido y haber perdido mi tiempo por confiar en ti y no estar atento.
Y esto no acaba aquí, esto no es más que el primer volumen de todo lo que tengo que soltar.
Me pillaste el brazo cuando te dí la mano, es daño todo lo que me has hecho, no tienes ni idea de cuánto odio acumulado. Nada ya va a cambiar, tragué tus mentiras, veneno que mata, cambiaste mi vida, heridas dañinas que derivan en amigas perdidas, sonrisas podridas. Odio que se escapa, el boli me pide que lo deje ya, pero no, soy esa ola gigante que continúa y no para hasta todo arrasar. Pongo lo que pienso sin temores, hago lo que hace unos años tendría que haber hecho. Echo cojones, fuera de aquí, largo de mi vida, hoy soy feliz. Sueño que puedo y esto es por mí, ¿tú eras la reina? Yo hoy soy el alfil. Olvidaste que nunca pierdo, pudrete con tus cuervos, y no, no vuelvas, porque no encontrarás nada bueno, sólo odio y rencor, puta.
Y esto no acaba aquí, esto no es más que el primer volumen de todo lo que tengo que soltar.