miércoles, 17 de agosto de 2016

FRENTE AL ESPEJO.

¿A ti de pequeño no te dijeron que creyeras? ¿No te dijeron que de mayor podrías ser lo que quisieras? Esto va por ti, esto va por mí. Si estás ahí, quien quiera que seas, dime algo, dime si la vida es una prueba a los 'Juegos del hambre' y sino me bajo. Arranqué esa hoja de papel y escribí cada detalle que quiero cambiar en mí. Porque ya está bien de confesar y sufrir, porque ya está bien de suicidarme en cada renglón por ti.

No soy tan valiente como lees en mis renglones, estoy asustado, y tacho mis depresiones. Tengo miedos, inseguridades, he sido el tímido de la clase al que todos se la jugaban. He cambiado. Sí. Y tú, ¿qué miras? ¿Qué quieres? La vida no me ha dado opción, me ha enseñado a ser así, pero no me ha preguntado si así lo prefiero. Sexta copa, he aprendido que cuando uno crece ve más cosas, pero también se ciega más de otras. En vez de vivir, lo llamaría morir. Morir poco a poco como mueren las hojas en otoño con el paso del tiempo, ¿no es así? Protesto señoría, la vida me la juega, y es que hace tiempo que no tropiezo con piedras nuevas. No soy el de antes, y tampoco sé si soy quien quiero ser. Ahora soy ese que vive al margen mientras sueña con un tal vez. Y vuelvo a escribirte para meterte bulla, porque estoy cansado de hablarte y no recibir respuesta alguna tuya. De pequeño me decías que creyera, de mayor que cerrara los ojos y me fuera. Si estás ahí, quién quiera que seas, dime algo. Dime si la vida es una prueba, y sino me bajo.

Y en el fondo nadie me conoce, tú tampoco lo haces, he tenido muchos roces por ser sincero con la gente, pero sudo, no soy como vosotros, yo no uso disfraces. ¿De qué coño te quejas, si tú me hiciste así? Y me paraste cuando intenté dejar lo de escribir por aquí. Me enseñaste a desconfiar, a ser valiente, así que me paré a pensar un día y decidí hacerte frente. Cuenta cuántas veces me has dejado vacío y ausente, cuenta cómo me has transformado en un chico frío al que le cuesta bastante abrirse a la gente. No demuestra su dolor, y no porque no le falten ganas, y si fuera por él, muchos días ni saldría de la cama. Ven, ven que te lo digo a la cara, ¿qué tienes contra mí? Yo era feliz antes de que me lo quitaras. Y ahora me levanto aparentándolo, ocultando el dolor, intentando encontrar lo que se perdió en mi interior. Y creo que me escribo estas cosas sólo para hacer bulto, vivo en una cueva oculto, vida, claro que te culpo. Aunque yo tampoco tengo las manos limpias del todo, pues tropecé y las apoyé más de una vez sobre el lodo. Es una carga llevar este peso, pero por suerte por aquí puedo desahogarme siempre solo. Esto me consuela cuando no estás tú, te odio tanto y la vez te doy mi gratitud. La vida pasa estés en casa o estés en un club, y a todos nos meterá en un ataúd. A ti que me lees sin acritud, ya que lo haces, nunca me lo puso fácil, jamás me rendí sin lucha. Me hiciste duro y frágil cual diamante, yo sólo quiero que J0taeme se vaya y vuelva el Juanma de antes.

¿Y ahora qué? ¿Me vas a pedir que cambie? ¿Tú cambiarás algo? Dime si eres una prueba y yo decidiré si me bajo, si sigo permitiendo que me uses como embargo. Tú no eres nadie para decirme lo poco que valgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario