martes, 6 de octubre de 2015

UN DÍA MÁS.

Hoy es uno de esos días en los que no sabes por qué te has levantado, pero el caso es que lo has hecho, y no con el pie derecho precisamente, qué va, el pie izquierdo ha impuesto su ley y se ha apoderado del día de hoy sin duda alguna. Te levantas, te vistes, te peinas, aseas, desayunas y te vas, sin saber muy bien por qué, porque lo que te apetece es quedarte bajo las sábanas hasta mañana como mínimo. Sin embargo, lo haces, te vas y punto.

Los minutos se hacen eternos, el tiempo parece congelarse, tanto, que incluso puede palparse casi. Las ganas tampoco ayudan demasiado, el desánimo se ha hecho dueño de mi cabeza y no sé ni dónde estoy, digamos que el GPS de mi cabeza no se ha activado esta mañana y la pobre está más perdida que otra cosa. La autoestima y el auto-concepto hoy tampoco hacen más llevadero el día, y es que hoy me he levantado odiándome, dándome mucho asco, y me temo que el paso de las horas no ha hecho que ese sentimiento hacia mí mismo cambie o se vaya.

No quiero hablar ni ver a nadie, bueno, miento, a ella sí, siempre necesito verla, pero solo a ella, el resto no existe para mí hoy. Tan solo quiero estar tranquilo estudiando en mi habitación, ver una serie tirado en la cama o estar a mi bola, nada más, soy humilde y salgo barato, no pido demasiado.

En días como hoy no soy nada, no soy nadie. En días como hoy no quiero nada, no quiero a nadie. Tan solo a ella, solo la necesito a ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario